Reseñas

31 de marzo 2021

Promising Young Woman – La venganza más justa

Valoración:

La multinominada a los Oscar llega a nuestras salas como uno de los primeros grandes estrenos luego del regreso de los cines.

Es horroroso pensar en el poco tiempo que se necesita para arruinar la vida de alguien. Acabar con sus sueños, su futuro y su vida por un acto de violencia realizado sin el menor juicio de la moral.

Un terror que vive cada persona en este mundo, pero que las mujeres experimentan con mayor protagonismo. Porque al miedo habitual provocado por la constante inseguridad, se suma el miedo a ser violadas, golpeadas o incluso asesinadas de forma totalmente impune por hombres sin escrupulos y que gozan de una enorme impunidad.

Pero aún así, lo peor de todo no es eso. Lo peor de todo es encontrarse con una total desidia si por un milagro logran sobrevivir al horroroso ataque. Sin apoyo de ningún tipo, siendo juzgada por cosas banales cómo por dónde caminaba a altas horas de la noche, por cómo vestía o en qué estado se encontraba. El verdadero infierno da inicio y si no encuentra el apoyo emocional a tiempo, llega el punto dónde desearían haber muerto en aquel momento. Un deseo que muchas veces, lamentablemente se termina cumpliendo por medio del suicidio. Todo el mundo dirá que estuvo ahí para ella, que la ama y la extraña demasiado. Aún sabiendo que no estuvieron ahí cuando de verdad los necesitaba. Y el monstruo sigue ahí. Libre, impune, con sus sueños intactos. Se cree intocable y no le importa lo que hizo ni lo que ocurrió con su víctima.

En ‘Promising Young Woman’ (Emeral Fennel, 2020), no vemos nunca el horroroso hecho. Tampoco conocemos a la víctima de lo sucedido. Solo nos enteramos de ella a través debe fotos o los recuerdos de sus seres queridos. Que lamentablemente no son muchos. La historia del film, en su lugar sigue a Cassie (Carey Mulligan), la mejor amiga de la víctima. Quien Lidia no solo con dolor de haber perdido a Nina luego del suicidio de esta, sino con el hecho de que nadie de aquellos a quien consideraban sus amigos estuvo allí para apoyarla en el momento mas difícil de su vida.

Cassie ha perdido la voluntad de vivir. Ha renunciado a su prometedora carrera como médica al dejar la universidad y tiene un trabajo muy lejos de sus expectativas siendo varista en un pequeño Café de los suburbios de su ciudad.

Ha experimentado el dolor de su amiga Nina como si ella misma hubiera sido la víctima y ha abandonado cualquier aspiración previa para sumergirse en un dolor constante, incapaz de dejar el pasado atras y afectando a todo su entorno cercano. Un dolor acrecentado por el hecho de saber que fue una persona de su entorno cercano quien violó a su amiga y por cómo aún contando con varios testigos, el violador fue protegido tanto por la institución como por aquellos que presenciaron el hecho.

La unica que estuvo ahí fue Cassie, pero no fue suficiente. Cassie convive no solo con la culpa, sino tambien con la impotencia de no haber encontrado la justicia que ella merece. Una culpa y angustia que la privó de ser esa «joven prometedora» que todo el mundo auguraba. Es por eso que su única motivación está en lograr que ninguna otra mujer pase por lo que ellas pasaron.

Para ello, Cassie finge ser una ebria despreocupada que frecuenta bares o discotecas de mala muerte mientras espera a que un depredador sexual intente llevársela en contra de su voluntad. Es al momento de encontrarse supuestamente indefensa y a merced de sus abusadores que ella revela su verdadero estado de consciencia, dejando el desarrollo de los acontecimientos a imaginación del espectador. Y es que nunca vemos exactamente qué es lo que ocurre con estos abusadores. La única referencia visual es una pequeña agenda que Cassie llena de marcas de conteo, algunas en negro y otras en rojo, y algunos juegos visuales dónde se confunde ketchup con la sangre de uno de ellos.

Cassie encuentra en estos actos una motivación para el día a día a costa de su salud fisica y mental, aún sabiendo que esto no le devolverá a su amiga, pero ayudando a qué otras mujeres no pasen por lo que ella tuvo que pasar. No hay nada en la actuación de Mulligan que no se haya dicho ya. Nominada al Oscar por este papel, transmite un enorme dolor incluso sin decir una palabra. Los cambios de ánimo que maneja son marcadamente rotundos y cada estado de ánimo es sumamente empático. Es imposible no ponerse en la piel de Cassie a través de su magnífica actuación.

El guión de Fennel parte de una premisa anteriormente explorada en otros films pero posee un tratamiento sumamente original, con varios puntos de giro que cambian la percepción que tenemos de cada personaje constantemente. El manejo de los diálogos, el respeto por los silencios, el intercambio de miradas o acciones están tratados con muchísimo cuidado por la directora.

Todo decorado por una paleta de colores llamativa, un arte con reminiscencias a la estética mas punk y una fotografía sutil, pero impactante a la vez. Porque el film busca el impacto a través de la sutileza. Es la falta de información lo que incomoda, lo que duele. No necesita ser pornográfica para impactar, pues lo hace con la falta de información. Las escenas de violencia poseen encuadres cerrados, con planos largos y estáticos. El montaje le da tiempo a cada plano, que encuentra un enorme aliado en el sonido, que sí tiene un estilo hiperrealista que no deja nada a la imaginación.

Es este trabajo de la sutileza lo que más aterrador de toda la película. Nunca vemos a Nina salvo por fotografías. Esto resalta no sólo el hecho de que vivimos en un mundo donde nadie recuerda a la mujer violada sino también da la idea de que puede ser absolutamente cualquier mujer, incluso aquella que esté mirando la película.

El futuro de Cassie cambia totalmente cuando se reencuentra con Ryan, un antiguo compañero de la universidad que no solo se convertirá en su interés romántico, sino que se volverá fundamental para el desarrollo de la trama, pues el violador de Nina forma parte de su entorno cercano.

Ryan viene a cumplir el rol de «no todos los hombres somos iguales». Su presencia retrata el enamoramiento de quien no tiene experiencia en en el amor, prácticamente adolescente, lo cual aplica a la protagonista porque perdió 7 años de juventud por lo que le pasó a su amiga. Por supuesto que Cassie quiere creer que no todos son iguales, quiere creer en el amor, que es lo mismo que espera la espectadora de esta película. Ninguno hace pensar que son todos iguales, pero si remarca la enorme cobardia que muchos poseen.

Todos tenemos miedos, algunos los enfrentamos, otros nos frenan. Pero es en la falta de responsabilidad por lo acontecido que el hombre en este film muestra su enorme cobardia, echando culpas a la mujer y callarse para salvar su prestigio/carrera/vida como si fuera más importante que la de su víctima. Ningún personaje hombre en la película es valiente y la valentía no tiene nada que ver con la fuerza física como creen los hombres del film.

El final (que no mencionaré aquí para evitar spoilers) es necesario para hacer catarsis, para entender que la situación por supuesto no es la ideal pero que al menos se hace justicia. Porque el hecho de que los resultados no sean los esperados, no significa que todo haya sido en vano. Y es que en la vida real no siempre se obtiene un final feliz, pero siempre después de ese final todo sigue, por más que una secuencia de créditos nos indique lo contrario.

‘Hermosa Venganza’, cómo decidieron llamarla en nuestra parte del mundo, es una historia cruel que rompe tabúes. Un film que no teme caer en la controversia por lo impactante desús escenas de violencia. Con una protagonista incorruptible que encuentra su perfecta personificación en una actuación magnífica, llena de matices que permiten empatizar con ella. Un soundtrack súper adecuado a cada situación que cierra una película muy recomendable, con un trasfondo tan real y cercano que asusta y hace cuestionar sobre cuánto conocemos realmente a las personas que apreciamos, así como la incesante búsqueda de justicia.